Gabinetto dei Disegni e delle Stampe delle Gallerie degli Uffizi
Directamente relacionado con el dibujo inv. 10160 S (cf. ficha), este diseño ha tenido sin embargo una historia atributiva divergente, pues en el catálogo de la donación (1870) fue considerado de Leandro Bassano (1557-1622), y posteriormente Annamaria Petrioli lo vinculó, según nota manuscrita, a Juan Carreño de Miranda (1614-1685). En realidad, nos encontramos ante un nuevo estudio preciso de Francisco Rizi para otra de las pinturas encastradas en los machones de la cúpula del convento de San Plácido: la 'Imposición de la casulla a san Ildefonso' (h. 1660, Madrid, iglesia del convento benedictino de San Plácido). La escena representa el episodio más célebre del santo arzobispo de Toledo, gran defensor del culto mariano que, según narró Cixila (774-783), su primer biógrafo y sucesor en la sede episcopal, fue premiado por la Virgen con la entrega de una casulla en una aparición milagrosa que tuvo lugar sobre la cátedra arzobispal. La figura de la vieja arrodillada que asiste detrás del santo al portentoso suceso, alude a un personaje que se negó a devolver la vela que había recibido de manos de un ángel durante la ceremonia milagrosa, pues su intención era guardarla para la hora de su muerte. Este hecho anecdótico y legendario fue tomado del 'Auto famoso de la Descensión de nra. Señora' de José de Valdivieso (1616) y de una obra de Lope de Vega , y alcanzó gran fortuna en las representaciones del tema durante el barroco hispano. Quizás el ejemplo más conocido sea el lienzo del mismo tema de Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682) realizado en fecha próxima y conservado en el Museo Nacional del Prado (inv. P-979, link). Rizi ha seguido puntualmente en la pintura definitiva las líneas maestras del dibujo realizado exclusivamente a lápiz blando. La rápida ejecución del lienzo con pinceladas enérgicas y abreviadas no excluye por tanto la preparación compositiva a través del diseño, que se convierte así en guía precisa, según un procedimiento característico del artista que, a juicio de Palomino, “una vez inventaba, no lo mudaba, por decir, que sería nunca acabar” . (Roberto Alonso Moral in Madrid 2016)