Gabinetto dei Disegni e delle Stampe delle Gallerie degli Uffizi
Atribuido en el catálogo de la colección Santarelli (1870) a Rogier van der Weyden (h. 1399-1464), fue Ferri (1890) quien lo catalogó correctamente como dibujo de Juanes, indicando en esas tempranas fechas que era un estudio preparatorio para uno de los seis cuadros de la vida de san Esteban que se conservan en el Museo del Prado ('Entierro de san Esteban', h. 1562, inv. P-842) link , y afirmando incluso que el artista se había autorretratado en una de las figuras. La confusión vuelve a introducirse en 1947, cuando este diseño se expuso en la muestra de arte flamenco y holandés del Palazzo Strozzi (Firenze 1947-1948) como obra de Jan Matsys (1509-1575). Sin embargo, será Ragghianti (1957 y Ragghianti Collobi 1965) quien, subrayando su importancia, lo devuelva a Juanes y lo señale de nuevo como preparatorio para el cuadro del Prado del mismo tema. A pesar de ello, Angulo Íñiguez y Pérez Sánchez (1975) lo siguieron considerando como una copia antigua, hasta que González García (1999) volvió a plantear su carácter autógrafo por su relación indudable con la técnica que muestra el dibujo de la 'Predicación de san Esteban ante el Sanedrín', conservado en el Nationalmuseum de Estocolmo (inv. NMH 1613/1863) link . El dibujo de los Uffizi, por tanto, forma parte del proceso creativo de Juanes para uno de los trabajos más ambiciosos de su carrera, y que más años le llevó (de 1550 a 1570), el del retablo dedicado a la vida de san Esteban que se conservó hasta 1800 en la capilla mayor de la iglesia parroquial valenciana del mismo nombre. Constaba de nueve escenas, seis realizadas por Juanes y tres por Onofre Falcó (activo entre 1536 y 1560). Los dibujos preparatorios que se conservan para las tablas de Juanes se reparten entre el citado Nationalmuseum de Estocolmo (inv. NMH 1613/1863), la Courtauld Gallery de Londres (inv. D.1963.WF.4730) link , y los Uffizi (el dibujo que nos ocupa), y pudieron verse todos juntos en la exposición monográfica dedicada a Juanes en Madrid en el año 2000 (Madrid/ Valencia 2000). Los dos primeros son más nerviosos en su trazo y algo diferentes por las fechas de ejecución (h. 1556). El de los Uffizi, sin duda uno de los más hermosos, corresponde a la última escena del ciclo, la del entierro del santo, y fue ideado, casi con toda seguridad, después de la 'Lapidación de san Esteban' —documentada por los pagos en 1562 —, es decir, en torno a 1570, al final de su carrera, como muy bien dedujo Benito (Madrid/ Valencia 2000, pp. 180-183). Inacabado, pero de técnica muy cuidada y precisa en su ejecución, este diseño florentino muestra exactamente las mismas cualidades técnicas que la 'Virgen sedente' del Museo del Prado (inv. D-11) link , y que otros dibujos, como el de 'Cristo muerto sostenido por ángeles' (cf. ficha inv. 8884 S), que damos ahora a conocer. Este carácter inconcluso, habitual en algunos de sus dibujos preparatorios, además de reafirmar su carácter autógrafo, nos habla del proceso creativo del artista, en el que jugaba un papel muy importante la aplicación del albayalde como elemento clave para realzar las luces, algo que fue también característico en los pintores italianos florentinos. Llama la atención el cuidado delineamiento a lápiz negro y pluma de la sepultura marmórea de san Esteban, así como la ausencia del blasón nobiliario de los donantes, que, en cambio, sí está en la pintura, en el ángulo inferior izquierdo. Este ángulo, que en la tabla se enriquece con la representación de vegetación abundante, está en cambio limpia en el diseño, reafirmando su desnudez. En este, los rasgos, apenas esbozados, de los rostros inconclusos de los tres personajes que depositan a san Esteban en el sepulcro son de una gran pulcritud y finura y demuestran un gran dominio de la técnica, pues con muy poco se consigue individualizar a los protagonistas. Precisamente, una de las razones de la importancia de este dibujo reside en que Juanes se autorretrató en él (es el personaje que mira de frente en el extremo izquierdo de la hoja) por expreso deseo del duque de Calabria, a decir del primer biógrafo del pintor, el canónigo Vicente Vitoria (1650-1709), como señaló Bassegoda , quien además indicó que el Entierro fue la última historia que pintó el artista. Este autorretrato es un documento de primera mano para conocer realmente la fisionomía del pintor cuando rondaba los 60 años, ya que en la pintura rejuveneció notablemente sus rasgos. (Benito Navarrete Prieto in Madrid 2016) [Sul finire del XIX secolo l'opera venne selezionata per essere esposta al pubblico nel Corridoio vasariano degli Uffizi (Ferri 1881), per questo motivo fu registrata anche con il numero di inventario 1025 E, oltre al tradizionale inv. 8423 S]