Gabinetto dei Disegni e delle Stampe delle Gallerie degli Uffizi
Como ocurre en algún otro caso, nos encontramos aquí con dibujos de un mismo artista y para el mismo encargo que, sin embargo, han ingresado en los Uffizi por diferentes vías: Giovanni Filippo Michelozzi - Emilio Santarelli. El triunfo de José perteneció a la colección del comerciante florentino Michelozzi y fue adquirido en Madrid en 1746. Formaba parte del mismo álbum en el que se encontraban algunos dibujos de Eugenio Cajés (1574-1634) y Alonso Cano (1601-1667), ahora identificados por nosotros. Los otros dos proceden del fondo Santarelli. La reunión de estos dibujos demuestra que Santarelli quizá adquirió dibujos a la familia de Michelozzi, probablemente de los descartados en 1779 por el entonces director de los Uffizi, Giuseppe Pelli Bencivenni, y de los que hemos comprobado que queda constancia documental en el Archivo de la Sopraintendenza, tal y como sucede con las sanguinas de los putti de Francisco de Herrera el Viejo (h. 1590 - h. 1656) o con algún dibujo de Francisco Pacheco (1564-1644). La identificación de estas hojas con los diseños preparatorios para el techo de la Galería de la Reina del Palacio Real de El Pardo se debe a Mary Newcome (1990), quien los creyó vinculables a la mano de los artistas genoveses Lazzaro Calvi (1512-1587) y Frabrizio Castello (1562-1617), a pesar de que Pérez Sánchez había relacionado los que se conservan en la Biblioteca Nacional de España (‘La túnica de José’, Dib/13/10/3, link ), en el Metropolitan de Nueva York (‘José ordena almacenar el grano’, 1975.131.209, link ) y en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (‘Encuentro de José con su padre Jacob’) con la mano de Patricio Cajés. Todos estos dibujos, que narran las historias de José hebreo, presentan unas características comunes y son preparatorios para este conjunto. Como ha estudiado Magdalena de Lapuerta (2002), fueron realizados por Cajés a partir de estampas de Antonio Tempesta (1555-1630) del Antiguo Testamento, sugiriendo la citada autora que fuera incluso Bartolomé Carducho (h. 1560-1608), en tanto inspirador del programa iconográfico de la Galería de la Reina, el que le suministrara los modelos, unos modelos que, en realidad, más que ensalzar a la reina representan las virtudes del rey prudente, enalteciendo su figura. El contrato a Patricio Cajés de la decoración al fresco del techo de dicha Galería se sitúa en 1607, mientras que los pagos se alargaron hasta 1608, por lo que los dibujos preparatorios han de situarse en este arco temporal. Debido a la escasa obra que se conserva de este artista, son además un testimonio muy importante para conocer su actividad como dibujante y pintor. A pesar de la identidad gráfica que se advierte en estas hojas, Santarelli vinculó uno de ellos a la mano de Federico Zuccaro (1542-1609) y otro a la del genovés Lazzaro Calvi (1512-1587). En este sentido, cuando Newcome publicó los dibujos contemplando la autoría de Calvi, señaló que estaban agrupados juntos en el GDS de los Uffizi (Gabinetto dei Disegni e delle Stampe) bajo esta atribución, realizada por Anna Forlani Tempesti y Philip Pouncey. Las características técnicas que se aprecian en estos dibujos tanto en el manejo del lápiz negro como en la pluma, con un enmarañamiento de los rasgos, recuerdan a las formas de los Zuccaro, aunque no se niegue en ellos la influencia del dibujo genovés. Dichas características son especialmente visibles en el diseño de José desvela su identidad a sus hermanos. En el de José explica los sueños al Faraón vemos marcados algunos cambios o arrepentimientos, como la posición de una de las piernas de José – adelantada a lápiz negro y retraída a pluma, siendo finalmente la opción marcada a lápiz la que se eligió trasponer al fresco –, y algunas diferencias en la decoración arquitectónica, mucho más depurada y clasicista en el diseño que en el fresco. Justo lo contrario se percibe en el dibujo de El triunfo de José, donde las arquitecturas del fondo ofrecen un mayor detalle que en el fresco y donde se aprecian algunos elementos decorativos que no se llevaron finalmente a la pintura. Probablemente la complejidad de esta escena, con gran número de figuras y el aludido detallismo arquitectónico, fue la causa de que se prescindiera de algunos de esos elementos, así como del levantamiento de la cuadricula para facilitar la trasposición del diseño al techo. El estudio de la perspectiva constata el conocimiento del tratado de Jacopo Vignola, ‘Regla de los cinco órdenes de arquitectura’ (1562), que Cajés abrió en estampas en una edición española de 1593. La relación entre los dibujos y los frescos para los techos de El Pardo no ofrecen ninguna duda acerca de la paternidad de los dibujos. A pesar de que los frescos han sido repintados y han sufrido problemas de conservación, hoy disponemos de información suficiente como para trazar su filiación estilística y su claro paralelo con la decoración mural realizada por Federico Zuccaro en el Palazzo Vecchio de Florencia, como ha señalado Lapuerta. Es esta familiaridad estilística la que explicaría que Santarelli atribuyera en su catálogo a Zuccaro uno de estos diseños. Por tanto, las presentes hojas son un testimonio directo de la importación de las formas y prácticas florentinas, tanto de Bronzino como de Salviati, en el Madrid cortesano . (Benito Navarrete Prieto in Madrid 2016)